Miguel (Rovira) y Laura (Suárez) deciden pasar las navidades, con sus hijos pequeños, en una cabaña en la montaña. El abuelo Benigno (Sacristán), dotado de poderes mágicos, finalmente no les puede acompañar, pero los niños le roban su bola mágica que concede deseos a quienes la poseen. Con sus deseos y la ayuda de la bola, los niños sin querer dan vida a unos muñecos de nieve, sembrando el caos en lo que iban a ser unas apacibles vacaciones familiares.